Extremeñismo empresarial. Lusográfica

Esta empresa es una ruina (Hoy)

 

Una de las preocupaciones principales de la región Rayana es el modelo productivo, en una autonomía con una alta tasa de paro la primera solución dada por las autoridades ha sido la funcionarización de la sociedad, claro que teniendo en cuenta que solo el 0,55% de las nuevas plazas de auxiliar administrativo de la Junta de Extremadura se ofrecen en la región rayana, dificil va a ser esquivar la crisis si el único futuro es la función pública.

La segunda solución dada por las autoridades extremeñas ha sido el fomento de las empresas semipúblicas, inversiones con fuerte presencia del capital público para el reparto de beneficios en unas pocas manos, generalmente amigas, a costa del pueblo. Uno de los casos más flagrantes se dan en la capital oliventina. Lusográfica.

Un proyecto por el que un ayuntamiento cobra un euro a cambio de vender a manos privadas 65.000 metros cuadrados por una promesa de cien empleos no es ético, ni moral, ni defendible, cuando cualquier pequeño empresario debe invertir sus ahorros y jugarse su patrimonio para que la única ayuda de la administración sea su voracidad recaudatoria. La justicia parece opinar lo mismo y trece imputados encabezados por el ex alcalde oliventino, Ramón Rocha, esperan justicia. Que una empresa privada pague una peseta a cambio de 65.000 metros cuadrados, cuando ni usa al final 20.000 y esos metros de más se los regalan a cambio de nada desde el consistorio, denotan que estamos ante una indecencia política.

Los regionalistas Rayanos optamos por un modelo en el que los grandes proyectos sean las infraestructuras, Olivenza y todas las ciudades y pueblos rayanos necesitan un aeropuerto y unas autovías que nos comuniquen con el exterior, no queremos financiar con la venta de suelo municipal 80 empleos precarios durante cinco años, los grandes proyectos generadores de empleo vienen por una mejora de las comunicaciones y una presencia adecuada del sector público, la estrictamente necesaria y suficiente en la economía, pues la economía la mueven los ciudadanos, a menos funcionarios más dinero para financiar carreteras y ayudas a la contratación empresarial.

Este es nuestro modelo, sector público restringido a lo estrictamente suficiente y prioridad a las comunicaciones por encima de todo.

El modelo extremeñista de Lusográficas o Cavales, con un sector público omnipresente e inversiones empresariales vendedoras de humo, opacas y regalando plusvalias municipales a cambio de nada, no es el nuestro ni lo queremos para La Raya.